México

La autora reflexiona sobre el campo de estudio de la comunicación y señala que las formaciones culturales que se configuran con el desarrollo de las tecnologías en la era electrónica definen, antes que nada, espacios de intersecciones y fluencias, constelaciones de sentido y relaciones interinstitucionales. Nuevas formas del saber y dispositivos complejos de control. El cambio de enfoque exige pensar los dominios de las culturas seriales, sus técnicas y sus obras, como espacios sin límites fijos o, si se prefiere, con los límites que recorren y fijan las múltiples perspectivas de análisis. El cambio de mira -de mirada- exige por de pronto admitir un blanco móvil, un lugar sin centro.