México

En este artículo se exploran las consecuencias para la investigación del hecho de que el Estado capitalista contemporáneo, ante la necesidad de aplicar su política de dominación cultural paralelamente a su proyecto global de sujetamiento social, se ve obligado, de manera permanente, a seleccionar las instituciones superestructurales más apropiadas para difundir e inculcar, lo más extensa e intensamente posible, su racionalidad de dominación sobre los múltiples campos culturales de los diversos grupos sociales, en especial sobre aquellos que constituyen el soporte de la formación capitalista: la fuerza de trabajo asalariada y el sector subalterno en general.