México

En este artículo se postula que la producción en común de sentido es el aspecto esencial del proceso de comunicación; pero esta producción sólo es posible a partir de dos condiciones previas: la transmisión de información mediante la composición de conjuntos de señales significantes del mensaje y su envío y recepción a través de canales adecuados; y la significación de dichas señales en la constitución de funciones semióticas idealmente paralelas y análogas en emisor y receptor, a los diversos niveles de codificación que determinan el sentido. La producción de sentido está siempre determinada, y siendo diversa la forma y el grado de participación de los sujetos en la estructura social, la capacidad de imposición del sentido de un comunicante a otro es una variante de fundamental importancia. De ahí que los procesos de comunicación puedan entenderse, buscando explicaciones más amplias y profundas, como prácticas sociales. Las relaciones de la comunicación con la cultura, la estructura social y la democracia quedan así conceptualizadas desde un punto de vista uniforme.