Título:

"Explosión de la religiosidad en el 22 de abril."

Autor:

DE LA TORRE CASTELLANOS Renée

Colaborador:

(CIESAS)

Fecha:

1993 (abr.)

Idioma:

es

Descripción:

Guadalajara

En este artículo se trata de esbozar la manera en que los damnificados se han venido apropiando de una expresión de religiosidad popular que refleja su sentir más profundo, y la respuesta institucional de la Iglesia católica ante la tragedia del 22 de abril. Expone cómo las respuestas y las formas de participación de los católicos no quedaron restringidas a la estructura de pastoral parroquial previa a la catástrofe; por el contrario, sobresale la presencia de movimientos de feligreses y religiosos que han emprendido sus acciones de manera espontánea y fuera del control jerárquico; asimismo, estos movimientos ciudadanos -que no por eso dejan de tener matices católicos- han demandado y conquistado respuestas por parte de la Iglesia.

Título:

"El 22 de abril y la prensa española"

Autor:

HERNÁNDEZ LOMELÍ Francisco

Colaborador:

(Universidad de Guadalajara CEIC)

Fecha:

1993 (abr.)

Idioma:

es

Descripción:

Guadalajara

Los desastres resultan siempre un material apetecible para los medios de información. El alto grado de desarrollo de las tecnologías ofrece la posibilidad de enterarse inmediatamente de contingencias ocurridas en cualquier punto de la tierra. Para la elaboración de este artículo se tomaron los diarios madrileños de mayor circulación, pero se enfatizó la cobertura que El País hizo de la catástrofe del 22 de abril de 1992 en Guadalajara porque este diario superó la simple reseña de un desastre intentando enmarcar las repercusiones en el terreno de lo político-social.

Título:

"Bautizarse en abril: acciones y representaciones en torno a un nombre, los damnificados"

Autor:

REGUILLO Rossana

Fecha:

1993 (abr.)

Idioma:

es

Descripción:

Guadalajara

Para muchos el 22 de abril habrá significado apenas un paréntesis en sus vidas, un enojoso "asunto" que enviar a un rincón de la memoria y continuar como si nada hubiera sucedido. Sin embargo, hay unos "otros" para los que el 22 de abril representa irremediablemente una ruptura en sus calendarios, un antes y un después. Un antes que se pierde entre el polvo y los escombros, un después que se prolonga al paso de los días, que se abre interminable en infinidad de pasadizos, recovecos, incertidumbres, desesperanzas y cansancios; esos otros son los que han recibido el nombre de "damnificados", pero no una explicación suficientemente válida de porqué lo son, a pesar de que se hable de lo que les sucedió en 35 mil hojas y se estrenen discursos y se ensayen una y mil formas de hablar de ellos sin tocar los temas de fondo, como la responsabilidad de los sucesos.