Monterrey

La producción de conocimiento pertinente y de calidad responde a una función cultural. En nuestro contexto, se hace necesaria la revisión y restructuración de gran parte de las prácticas académicas y científicas preservando algunos de los principios de su constitución social. Debemos desarrollar capacidad reflexiva y de debate, entre nosotros y con otros agentes sociales. En México, la investigación en comunicación se encuentra estancada y concentrada, fragmentada y crecientemente desbordada por las transformaciones de sus objetos. Se debe poner frente a la incertidumbre con la creación de proyectos sociales articulados desde la comunicación, así como el fortalecimiento de la capacidad crítica de “apropiación” de la tecnología como factor de comunicación, la sociedad y la cultura contemporánea.