México

A fines de 1981, la UNICEF en México y la UNAM elaboraron un proyecto para analizar el efecto concreto de la televisión sobre los hábitos alimentarios, considerando que sólo quedaban 44 poblaciones en el país que nunca habían recibido señales televisivas. De éstas, se seleccionaron cinco (en los estados de Tamaulipas [2], Yucatán, Chiapas y Oaxaca) en las que se aplicaron encuestas-panel en tres etapas, antes y después de la introducción de la televisión. Se midieron entonces los efectos que la publicidad había tenido sobre los hábitos de alimentación de las muestras poblacionales seleccionadas.

México

Este trabajo postula que con la transformación de los medios de comunicación en los principales aparatos hegemónicos de gobierno, el Estado entra en una nueva fase de ampliación histórica. Esta dilatación sufre las adaptaciones propias que imponen las distintas coordenadas de poder de cada formación social donde actúa. Así, en las regiones dependientes de la periferia o del Tercer Mundo, esta proyección se da en dos niveles: el nivel de extensión del Estado nacional y el nivel de ampliación del Estado transnacional. Esto significa que así como el Estado nacional realiza en su territorio a través de los medios de comunicación actividades ideológicas de carácter fiscal, de ordenamiento político, de administración pública, de regulación de conflictos, de integración de la población, de educación masiva, etc., el Estado transnacional ejecuta en ese mismo territorio funciones de carácter multinacional, lo que provoca la superposición de dos proyectos culturales en los países dependientes.